La formación cántabra La Sonrisa de Julia, que puso fin a su proyecto hace cinco años, y volvió en febrero con varios conciertos en Madrid, anuncia una nueva parada en su viaje y publicará el viernes 14 de septiembre el primer adelanto de su nuevo trabajo. Lo celebramos analizando las diferentes estaciones de la banda.
Quedan tantos viajes, tanto por recorrer… soñando. Quedan tantas noches, tanto por resolver… esperando. El fin del viaje de La Sonrisa de Julia fue doloroso. Cinco discos y más de diez años de carrera fueron la herencia que nos dejó hace ya cinco años una de las bandas más sólidas de la escena nacional. Pero el grupo vuelve a la carga. Y publicará nuevo álbum (de título Maratón) después del verano. El primer single saldrá publicado el próximo viernes 14 de septiembre. En una entrevista reciente en este medio, Marcos Cao, líder de la formación, señalaba que hace varios meses dieron dos conciertos en Madrid después de varios años de separación y fueron “increíbles”, tanto a nivel de público como para los componentes de la banda, que se volvieron a juntar. “La gente nos decía que sonábamos mejor que nunca. Han surgido canciones chulísimas. Y siempre hemos dicho que si ese impulso que nos dieron los últimos conciertos seguía para adelante y nos apetecía entrar a grabar un disco, que lo haríamos”.
Si algo ha caracterizado a la formación Cántabra a lo largo de su carrera ha sido su capacidad para superarse disco a disco y seguir construyendo un universo sustentando en brillantes melodías, la particular voz de su vocalista y uno de los directos más apabullantes que se pueden escuchar en España. Pop de calidad, con una producción sobresaliente y canciones efectivas que atraen a la primera escucha. Un proyecto romántico, que comenzó sin ayudas, que estuvo apunto de desaparecer antes casi de haber nacido y que acabó dando lugar a un debut autoproducido cargado de canciones de pop con influencias de la música británica, que rozaban la comercialidad, entre las que destaca el pegadizo single Llevo tu voz. Poco más que resaltar sobre Caminos Diferentes (2004). Dos años después llegaría Volver a empezar (2006) Nuevo disco, nuevas canciones, mismo espíritu. Ahondando ya en un sonido propio, la formación sorprendía con un trabajo fresco, letras más cuidadas y canciones efectivas como Soñar despiertos y El tren, otro gran éxito en su carrera.
La euforia
Las guitarras toman protagonismo. Con el tercer trabajo llega la madurez. Bipolar (2008) es un disco sin aristas, más enérgico y bajo el amparo de una gran discográfica. Temas como Libres, la enorme Euforia (a dúo con Iván Ferreiro) y el medio tiempo Luces de neón se convierten rápidamente en clásicos de la banda. El disco que estaba llamado a hacer grande a la formación. Un álbum poco valorado con el que alcanzaron el estatus de banda de culto.
Sin embargo, no hablamos aún de su mejor álbum. La banda todavía tiene mucha música en cabeza y en El hombre que olvidó su nombre introducen secciones de viento y las guitarras afiladas vuelven a tomar protagonismo. La sencillez de Puedo, el pop acelerado de Loco, la potencia de Abreme…
La última parada
El viaje del sonámbulo (2014) fue su última parada. Un álbum en el que volvía su apuesta por el pop melódico que siempre les ha caracterizado. Sólo un tema diferenciador en el disco. Muévelo. “Iba a quedarse fuera al principio, porque es el tema que más se distingue de los demás, el menos sonámbulo”. Una de las mejores canciones nacionales los últimos tiempos. El single que la formación necesitaba para completar su despegue. Tremendamente pegadizo. ¡A moverlo!
El resto de canciones sigue una tónica clara, no por ello monótona y menos interesante.
El juego y los estribillos pegadizos de Déjà vu, las guitarras crecientes de El error más bello y la melancolía y la calma a la que nos tiene acostumbrados la banda, refrendada esta vez en Nadie lo sabe, entre otros temas, dan lugar a una colección de canciones que distan de ser perfectas (el final del álbum se resiente ligeramente), pero forman uno los discos de pop nacional mejor construidos de los últimos tiempos.
El tren no se detiene
El hombre que olvidó su nombre (2011) y El viaje del sonámbulo (2014) eran las últimas paradas hasta el anuncio de su regreso. Pero La Sonrisa de Julia siempre ha tenido más música en su cabeza y su líder nos ha sorprendido en los últimos tiempos con dos proyectos dispares: Billy Boom Band, una banda de rock para niños (y padres) que lleva tres años recorriendo la geografía española, y Océano Caos (2016), su primer álbum en solitario.