Rescatamos un disco divertido y gamberro que convirtió a la formación cántabra Melopea en un fenómeno en nuestro país.
Mi playa es mi nación, ‘guiris’ go home. Aquí los surfers sólo sintonizan: Radio Rock and Roll.
La silueta de cinco surfistas y un listado de canciones que parecen salidas de las costas de California eran la carta de presentación de Surf y rock and roll, el tercer álbum del grupo cántabro Melopea. Un trabajo que convirtió a la banda en un fenómeno en nuestro país y le llevó a embarcarse en 1989 en una inmensa gira que incluyó veintidós conciertos seguidos en Madrid, alternados con apariciones en programas de televisión de máxima audiencia.
Cuesta imaginar un disco en castellano donde haya tantas frases sobre chicas guapas en bikini y playas. De hecho, a uno le cuesta creer que puedan editarse (sin someterse a la censura de una parte de la sociedad) esas letras actualmente —no seré feliz hasta que no pueda salir con todas las chicas que me gustan en verano. Que sean para mí, todas todas para mí, y sus culitos, pasen por mis manos—. Pero a las canciones de Melopea los oyentes van a divertirse. Simplemente hablamos de un grupo de apasionados que pusieron música a su estilo de vida. De hecho, dos años después del lanzamiento de un álbum para el recuerdo, el grupo pondría fin a un proyecto que comenzaba a resultarles claustrofóbico. Lo dejaron en la cresta de la ola.
La formación reeditó el disco hace un par de años y se lanzó de nuevo a los escenarios, aunque sólo el guitarrista y fundador José Pellón continúa dando guerra, mientras sigue componiendo canciones y editando novelas y publicaciones relacionadas con el surf. Uno de sus miembros falleció, y Pablo Sela, el larguirucho cantante de melena larga y aires de Keith Richards de los Rolling Stones, cambió la música por un estudio de tatuajes en Santa Bárbara —California— y acabó siendo condenado por las autoridades del país por robo.
¿Qué nos encontramos en Surf, chicas y rock and roll? Rock sin concesiones con toques de pop y letras pegadizas. Aquí venimos a pasarlo bien desde el inicio, la canción que da titulo al disco y que se ha convertido en un himno. Surfin safari es otro momento destacado (hagamos un surfari sin fin). Y poco después llega Bárbara Ann, una versión de los Beach Boys en castellano, que tendría bastante éxito.
Eso sí, hablar de Melopea es hablar de Bajo el sol, el himno que nunca ha dejado de sonar en las playas españolas, una pequeña joya de pop acelerado con una melodía pegadiza y una letra para el recuerdo a la que ya hemos hecho mención en este artículo. Y esa rubia que me está mirando no tardará en decir ese de la tabla que bueno está…
Vídeo de la mítica actuación de Melopea en Televisión Española