El grupo vasco Belako no ha dejado de crecer desde su formación hace siete años. La banda presentaba su tercer álbum en Escenario Santander (junto a Nerabe y los DJs del Mojo Club). Un grupo con un enérgico directo labrado recorriendo escenarios de toda España (y de fuera de nuestro país).
El salto de Belako parece espectacular. ¿Cuántos grupos son capaces de mantener las expectativas generadas en su debut con su tercer álbum? La formación de Munguía no ha tocado techo; su último disco es uno de los mejores trabajos del año. No sólo a nivel nacional; sino internacional. Un notable. El grupo factura canciones guitarreras en inglés con tintes oscuros y elementos electrónicos. Su fórmula no es fácil. Y en directo se torna aún más oscura: energía, instrumentos atronadores y una vocalista que grita.
Nerabe fueron los encargados de abrir el concierto de Belako en el Escenario Santander. Destilan potencia y buen hacer sobre el escenario. Sorprendieron al público asistente pese a que facturan la mayoría de sus temas en euskera. Melodías accesibles de pop acelerado y una vocalista efectiva. Tienen futuro por delante. Belako también tiene canciones en euskera; aunque la mayoría de sus temas son en inglés. El grupo piensa en su repercusión internacional y ha protagonizado recientemente una gira que les ha llevado a tocar en países como Estados Unidos, Japón y Corea.
Un concierto de Belako transcurre entre elementos electrónicos, momentos en los que se asemejan más a una banda de rock duro e incluso fragmentos que nos remiten al rock radical vasco (cuando la cantante de la banda abandonó el escenario y el guitarrista tomó las riendas). En la discografía de la banda aparecen hasta canciones destinadas claramente a la pista de baile, aunque no formaron parte del concierto. Entre los temas que destacaron encontramos canciones como Lungs y Over the edge, con una voz inconmensurable que se rompe a lo largo de la canción. ¿Otro de los momentos de la noche? Track Sei es una de las mejores canciones del grupo.
Un punto a favor: Belako son capaces de aunar potencia con una formación básica. Sólo hacen falta para tres instrumentos y una voz para sonar contundentes y sorprender a los asistentes. Un punto en contra: es imposible entender sus letras e identificarte con ellas durante los conciertos. El público congregado en las primeras filas del show no canta; baila al ritmo de las melodías. Eso sí, ritmos cargados de matices que hacen que se entienda el éxito de Belako dentro y fuera de nuestras fronteras (aunque en directo sean una formación menos accesible).
La noche terminó con una sesión a cargo de los DJs del Mojo Club. Mucha gente aprovechó para seguir bailando un rato más mientras intercambiaban sus impresiones sobre los conciertos. Buena iniciativa en Escenario Santander.
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Nerabe
Belako