Santander Music cierra una nueva edición marcada por las críticas ante su cartel, decepciones de atistas importantes y pequeñas sorpresas.
Por qué anoche preguntaste per me, si tú ya no me puedes ni ver y sabes que yo estaba en la playa. Un torbellino de canciones de pop sustentadas en sintetizadores y elementos de los años ochenta. La formación murciana Varry Brava se ha ganado por méritos propios un lugar en el cartel de muchos festivales españoles. Si hace un año sorprendieron al público del festival valenciano Les Arts a las siete de la tarde, en esta ocasión triunfaron en el festival Santander Music de Madrugada.
Victor Cabezuelo, vocalista de la formación madrileña Rufus T. firefly, publicaba en redes sociales un mensaje afirmando que el rock ya no le interesa a las nuevas generaciones. “A lo mejor se está muriendo, pero la verdad es que morir con una guitarra en la mano a mí me parece una buena muerte”. Varry Brava murieron con guitarras y sintetizadores. Rufus T. Firefly también. Si los primeros nos depararon el mejor inicio posible de festival; los segundos facturaron el mejor concierto del evento. Una apuesta por la música donde los componentes de la banda se sitúan en el escenario formando un pequeño círculo, como si estuvieran ensayando, rodeados de niebla y luces. Una propuesta única con pequeñas joyas de pop guitarrero llenas de elementos psicodélicos y referencias a la cultura friki . En septiembre empezarán una gira por salas. Ya estamos esperando su regreso a la capital cántabra.
Las críticas iban dirigidas a C. Tangana. Preferimos morir con Rufus T. Firefly. El rapero madrileño C. Tangana protagonizó un espectáculo bochornoso de apenas cincuenta minutos de duración. El artista madrileño ha facturado algunas de las mejores canciones nacionales de los últimos años, como Mala mujer o Antes de morirme, pero su concierto discurrió entre fragmentos de voces pregrabadas, mensajes sobre su ego e incluso dos bailarinas escasas de ropa sobre una barra en el escenario. Todo parecía destinado a tapar sus carencias artísticas.
El rapero que triunfó con el colectivo Agorazein, antes de iniciar su carrera en solitario, no vende música. Vende un personaje y una pose artística. Un show que puede gustar; si no lo consideramos un concierto. El estilo musical del rapero zaragozano Kase O. también era nuevo para muchos asistentes al evento, pero la valoración del concierto fue bastante positiva. El músico comenzó preguntando cuántos asistentes al festival estaban viendo el primer concierto de rap de sus vidas (y miles de personas levantaron la mano), para después hacer un recorrido por algunas de las mejores canciones de su carrera. Hubo momentos en los que faltó continuidad, y durante el espectáculo se perdió entre largos discursos, pero no se pueden poner muchas más pegas. Larga vida a Kase O.
El resto de bandas importantes del festival dejaron sensaciones encontradas. El concierto de Izal fue multitudinario, pero no tuvieron su mejor día. Simplemente cumplieron. El concierto de La M.O.D.A. fue mejor, pero tampoco arrasaron. Una formación que ha crecido hasta convertirse en uno de los grupos que más público congregan en nuestro país. Hemos visto mejores conciertos de la banda burgalesa. En Santander protagonizaron varios altibajos. Se nota que tienen un verano cargado de eventos. Y que actuaron en Castellón y en Ávila los dos días anteriores.
¿La única formación importante que arrasó? Viva Suecia. La banda murciana levanta pasiones. Su concierto en diciembre en Escenario Santander fue soberbio. Y en el festival ahondaron en su fórmula de pop guitarrero en castellano con marcadas melodías y estribillos pegadizos. No estuvieron tan brillantes, pero no hizo falta. Su concierto fue uno de los mejores de todo el evento. Temas como A dónde ir o Hemos ganado tiempo son algunas de las mejores canciones nacionales de los últimos años. Mención también para Luis Brea y el Miedo. Su colección de grandes temas es bastante más interesante de lo que parece. Y su concierto ante el escaso público que se congregaba en el evento un viernes a las ocho y media de la tarde no defraudó. Si el concierto de Viva Suecia el año pasado en Escenario Santander fue brillante, el de Luis Brea y el Miedo en la sala hace un año dejó alguna duda que se encargaron de solventar sobre el recinto de Santander Music.