“Píntalo todo de negro, cuando busques una luz. Restos de clavos ardiendo, interminable cielo azul. Marineros del destierro, no dejéis de navegar. Por los que se fueron pero están”. Un contrabajo que se desliza de manera sutil bajo una espectacular voz rasgada. Un inicio sorprendente. El regreso de los hijos de Johny Cash.
¿Qué tienen en común Bruce Springsteen, Munford & Sons y Barricada? La Maravillosa Orquesta del Alcohol (La M.O.D.A) es una de las formaciones nacionales más interesantes de los últimos años. Facturan canciones de folk con una frenética mezcla de sonidos acústicos y una instrumentación sorprendente: mandolina, saxofón, acordeón… ¿Quién nos va a salvar? (2013) fue la carta de presentación del sexteto burgalés. Un fascinante debut sustentado en la magia de temas como Nómadas y Amoxicilina y en un espectacular directo que se ha granjeado los halagos tanto de la crítica especializada como del público (A nosotros nos ha fascinado en varias ocasiones). Luego llegaría La Primavera del Invierno (2015), un álbum más maduro que supuso un enorme salto de calidad en la carrera de la banda. Y ahora anuncian su tercer trabajo: Salvavida (de las balas perdidas) llegará el próximo 29 de septiembre.
Cuesta elegir un sólo álbum, pero mientras que su debut tiene algunos de los temas más conocidos de su carrera, su segundo trabajo es mucho más sólido. Si aún no los conoces, deberías dejar de leer para escuchar PRMVR (el primer single de La Primavera del Invierno, con la sorprendente colaboración de Gorka Urbizu, líder del grupo de rock vasco Berri Txarrak), pero si aguantas, descubrirás que su segundo disco es una colección de grandes canciones entre las que sobresalen temas como la montaña rusa de Miles Davis, con una cuidada letra y una preciosa instrumentación y Flores del Mal, una de las canciones más enérgicas del disco, con una melodía oscura que va ganando en ritmo según avanza.
Una primavera llena de pequeñas joyas. El espectacular estribillo de Amanecederos (momento álgido del álbum), el enérgico final del vals de Los Lobos y el pop acelerado de Catedrales. Momentos como Rascacielos bajan las revoluciones y el resultado se resiente, pero hablamos de pequeños matices dentro de uno de los discos más atractivos de los últimos tiempos.
Canciones para adentrarse en La M.O.D.A.
Nómadas
Pocas veces una cancion es capaz de definir tan perfectamente a un grupo. El primer tema que aparecía en el debut de los burgaleses es una de las mejores canciones nacionales de los últimos años. Una letra cargada de referencias a sus ídolos (Eskorbuto, Jack Kerouak…) y una melodía pegadiza en la que brillan un acordeón y una mandolina. “No hay canciones en la radio que hablen de lo que soñamos. No hay futuro, ya ha pasado, el presente no se ve”.
Amanecederos
El estribillo de Amanecederos es uno de los momentos álgidos del segundo trabajo de la formación. Y uno de los momentos álgidos en los conciertos de la banda. Una voz furiosa que recita frases sobre una melodía acelerada. “No tenemos otra opción”.
Hay un fuego
Una balada en la que una voz recita versos sobre una sencilla melodía (con la colaboración de la cantante María Rodés). Un tema que sin ser tan directo durante las primeras escuchas, acaba convirtiéndose en una canción imprescindible de la formación.
Gasoline
Un tema enérgico convertido en uno de los himnos del grupo. La canción con la que se introdujeron en el panorama nacional, perteneciente al debut de la formación (aunque ya había aparecido en un pequeño trabajo de ocho canciones de la banda casi enteramente en inglés). Y el final de todos sus conciertos. “Y ya no queda nada, gasolina y alcohol…”.