Antonio Luque, conocido musicalmente bajo el nombre de su proyecto Sr. Chinarro, se acerca a la veintena de lanzamientos; convertido en un referente en el panorama musical independiente nacional. El músico actuará este sábado ocho de septiembre junto a su banda en la sala Black Bird de Santander. Y nos deja unos cuantos titulares.
Sr. Chinarro es el proyecto de Antonio Luque, un artista único que desde que se subió a un escenario en diciembre de 1990 no ha dejado de recorrer nuestro país ni de lanzar discos. Lleva dieciséis álbumes publicados hasta la fecha, sin contar recopilatorios y otros trabajos más pequeños, y actualmente se encuentra dentro de la gira de presentación de su último disco, una colección de temas de pop melódico que presentará en la sala Black Bird de Santander este sábado ocho de septiembre. “¿En Spotify hay doscientas canciones de Sr. Chinarro? En veintiocho años de carrera tampoco son tantas”, deja claro explicando que al final “sólo veinticinco de esos temas son potentes”, pero ayudan a configurar un “listado interesante de canciones para los conciertos” que la gente conoce y “no tiene vergüenza en cantar”.
– Unas doscientas canciones y casi treinta años de carrera, ¿qué le queda por hacer a Sr. Chinarro?
Intentas hacerlo bien en todas las canciones; pero algunas llegan más lejos que otras. Es como si estás en la tanda de penaltis de un partido de fútbol: todos no entran. Otro ejemplo, piensa en un pescador, mientras haya peces en el mar va a seguir saliendo a faenar. Canciones hay muchas todavía por hacer y yo voy a seguir editando temas a ver si pesco uno de los buenos. Yo sigo persiguiendo mi Moby Dick. ¿Que al final Moby Dick es Despacito? Pues vaya chasco. Pero a lo mejor algún día sale una canción que le gusta a veinte millones de personas y no es un mojón.
– La formación Luís Brea y el Miedo explicaban hace meses en este medio que seguían buscando el tema que les llevara a la primera división musical nacional…
Hay canciones que de repente te colocan en otra división. En mi caso se habla siempre del disco El fuego amigo (2005) como el álbum con el que mucha gente empezó a escuchar el proyecto. ¿La canción El cuadro? ¿El tema El poema? Son canciones que me gustan mucho pero en realidad de ese disco trascendieron sólo El rayo verde y El rito. Sobre todo porque en esta última colaboraba Enrique Morente y gracias a eso la escuchó mucha más gente. En el fondo era una rareza con su toque de palmas y de flamenquito, algo que siempre funciona en ese país. Mira ahora el fenómeno de Rosalía con Malamente: metes unas palmas y dos taconeos y todo el mundo se pone en pie.
En el último álbum de Sr. Chinarro no hay palmas ni nada de eso, y es un fallo grave de diseño; pero es que yo no me dedico al diseño ni hago las canciones pensando en la gente. Pero Luís Brea tiene mucha razón, hay canciones que te colocan en otra liga. También nos hizo crecer mucho en nuestro caso Del montón, por ejemplo.
Hay veces que he grabado alguna canción que igual no debería de haber grabado
– La canción Del Montón es otro tema con palmas…
También, también tiene (risas).
El álbum Ronroneo no tenía ese tipo de elementos y hubo un bajón en el tema público. Puedes pensar en incluir elementos a propósito, pero si te centras en el diseño te sales del arte.
Si quieres tener un hijo, tú eyaculas y no sabes si los espermatozoides van a llegar o no van a llegar. Ni siquiera cuáles van a llegar. Aunque está claro que con mayor cantidad de esperma será más fácil y por eso sigo publicando canciones. También influyen las discográficas, el maldito videoclip y la suerte. En la vida hay muchas cosas que son cuestión de pura suerte, aunque queramos buscar una causa.
Hay veces que he grabado alguna canción que igual no debería de haber grabado, pero no hago daño a nadie por publicarla. Siempre he tenido a mano estudios de grabación y las grabaciones de Sr. Chinarro nunca han sido especialmente caras.
– Ahora es mucho más fácil que hace años lograr un resultado bastante bueno a la hora de grabar teniendo pocos medios…
El primer disco de The Strokes (Is this it, 2001) no fue una grabación muy cara; pero claro, tocaban muy bien y las canciones son tan buenas que muy mal había que grabar todo para que luego no funcionara. Son temas con una fuerza que ni ellos mismos han encontrado después. Han grabado discos con mucha más calidad de sonido y medios, que ya no molan debido a que las canciones no son tan buenas. El dinero ayuda a lograr un mejor sonido, pero no asegura que las canciones tengan encanto.
– En tus discos siempre te has rodeado de músicos nacionales de prestigio, desde Marc Greenwood (bajista de La Habitación Roja y miembro de Maronda) hasta el batería Alfonso Luna (Micah P. Hinson, Tachenko…). ¿Cómo afectan el resto de artistas a las grabaciones de Sr. Chinarro? ¿La elección de los músicos es buscada? El tema Mal de la Cabeza, por ejemplo, grabado con los miembros de Maronda hace cinco años, remite a la influencia de estos.
En cada disco se puede apreciar la huella de los músicos que tocaron, así que puede ser que afecten, aunque no me lo había planteado. La manera de tocar la batería de Alfonso Luna es característica y no es igual que cuando tocaba Pablo Cabra o ahora que grabo con Mafo de Pájaro Jack. Yo compongo las canciones y les digo a los músicos cuál es el ritmo que quiero; pero también les doy libertad y en el fondo supongo que todo es un poco como la caligrafía: aunque escribamos un mismo texto, tu letra no es igual que la mía.
Cuando las cosas van bien es fácil tener buenos músicos que permanecen en el proyecto. Si hay menos fechas y dinero cada persona se va buscando la vida en otras cosas. Yo he ido aprendiendo, los músicos han ido cambiando, pero creo que se puede hacer un recopilatorio con canciones desde el primer hasta el último trabajo de Sr. Chinarro y se mantiene claramente una coherencia.
Creo que a nivel artístico estamos en primera división
– Actualmente grabas, y sales de gira siempre que puedes, con los componentes de la formación Pájaro Jack. ¿El concierto de Santander es con banda? ¿Qué podremos encontrarnos?
Sí, me acompañan los miembros de Pájaro Jack. El domingo tocamos en el Festival de la Luz en Boimorto (La Coruña) y aprovechando el viaje hacemos escala en Santander, así que esta vez vengo con banda. Ya estuve en la sala Black Bird en el verano de 2015, pero en formato acústico. Me encanta la sala y quien la gestiona.
Creo que a nivel artístico estamos en primera división. La gente puede encontrarse buenos músicos y un buen repertorio. Para mí Sr. Chinarro es mi grupo español preferido y lo sería incluso si no fuera yo el cantante.
– Hemos hablado de El rayo verde y El rito como los temas que cambiaron la carrera de Sr. Chinarro. ¿Alguna canción del nuevo disco que el público haya hecho suya?
Quiero hacerlo mejor es la canción que más ha gustado. En este disco no ha habido ningún hit; pero su lanzamiento nos permite sumar público, hacer nuevos conciertos, preparar otro álbum y seguir. Yo he pagado las hipotecas con la música, así que no me quejo.
La canción Club de fans de John Boy, del grupo Love of Lesbian, es muy guay. Pero nadie se hubiera puesto a pensar que a la gente le iba a flipar y se iba a poner a cantar eso de ‘Todos los raros fuimos al concierto del gran telépata de Dublín’. Es como si en Sr. Chinarro lo que más hubiera gustado a la gente era aquello de ‘¿Te sientes punki con tus plumas Falcon Crest?’ Al final el mensaje es que no hay que obsesionarse con intentar tener éxito, hay que expresarse con el mejor estilo posible y los mejores discos que puedas hacer. Si mucha gente responde es genial; si no responde tanta gente, pues a intentarlo de nuevo más adelante.
– Sr. Chinarro ha hecho carrera en el mundo de la música. Desde los comienzos del proyecto se han vivido muchos cambios en la industria…
Chinarro tampoco vendía tanto. Por ejemplo La primera ópera envasada al vacío (2001) vendió 5000 copias, pero contra todo pronóstico el sello discográfico me pago los derechos de autor y recibí una cantidad de dinero que no esperaba. Ahora con Spotify también llega algo de dinero, pero nada que ver.
– Los servicios como Spotify, que permiten escuchar un catálogo amplio de canciones a través de internet por una cuota pequeña al mes, no son tan rentables para los artistas, pero de lo malo dan bastante visibilidad.
Hay una estadística que dice que la mayoría de las escuchas de Spotify se basan en un número pequeño de canciones. La gente siempre escucha lo mismo. No se enseña a la gente a apreciar la variedad.
– ¿Alguna solución al respecto?
Hay muchos festivales; pero son puro entretenimiento. No hay clases de música en la escuela y los cambios se consiguen con educación y con cultura. Hace trece años estuvimos teloneando a Coti en las fiestas de La Seo de Urgel en Lérida. No sé si te acuerdas, el que cantaba Nada fue un error. Toda la gente estuvo charlando durante su concierto, a Coti no le hacían ni puto caso, y al menos hay que reconocer que hostia, que llevaba muy buena banda. Cerca del final tocó la de Nada fue un error y todo el mundo se puso a gritar, dar saltos, hacer la ola… Y en cuanto terminó la canción la gente volvió a beber, charlar y darle la espalda a Coti. Lo tenían allí y gratis, pagado por el ayuntamiento, pero no querían escuchar el resto del repertorio, sólo querían escuchar una canción. ¿La gente tiene remedio? Yo digo que no.
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Sr. Chinarro – Quiero hacerlo mejor
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Sr. Chinarro – El rito
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Consulta aquí los datos del concierto de Sr. Chinarro en Santander