El último trabajo hasta la fecha de la formación cántabra es uno de los mejores álbumes que se han publicado en nuestra región.
Si algo ha caracterizado a La Sonrisa de Julia a lo largo de su carrera ha sido su capacidad para superarse disco a disco, construyendo un universo sustentando en brillantes melodías, la particular voz de su vocalista y uno de los directos más apabullantes que se pueden escuchar en nuestro país. Pop de calidad, con una producción sobresaliente y canciones efectivas que atraen a la primera escucha como Merece la pena.
Cuesta quedarse con un solo álbum del grupo, y más si nos ceñimos a sus cuatro últimas obras —cuando acabaron de asentarse como una de las bandas más interesantes de este país—. Con Bipolar (2008) dieron un salto de calidad brutal, El hombre que olvidó su nombre (2011) estaba cargado de grandes temas y en El Viaje del sonámbulo (2013) nos pusieron incluso a mover el esqueleto. Tres trabajos notables, que contienen canciones imprescindibles como Puedo y Luces de neón.
Pero es sin duda su último álbum con el que han conseguido sonar mejor que nunca. Maratón no llega a los dos años de vida y sin embargo es una de las obras más interesantes que se han publicado en Cantabria. Maratón es también el título de uno de los temas que aparecen en él, un himno de siete minutos de duración, con múltiples cambios de ritmo, convertido en una de las grandes joyas que la banda nos ha dejado a lo largo de su trayectoria
La formación había puesto fin a su proyecto hace siete años, cansados de dedicar mucho tiempo a un grupo, con una base fiel de seguidores y gran respuesta de la crítica, que sin embargo nunca había terminado de funcionar del todo. De sus cenizas nació la Billy Boom Band, una divertida banda de pop para niños —y adultos— que se convirtió en un éxito instantáneo, con conciertos por todo España. Ese parón y las energías renovadas de ver cómo triunfaban musicalmente en nuestro país, les dio alas para volver a rescatar a La Sonrisa de Julia.
“Llevábamos trece años tirando de un carro que nos encantaba artísticamente, pero con el que era muy duro salir adelante. Sin embargo, con La Billy Boom Band fue todo lo contrario: salieron conciertos en Madrid, el interés de la discográfica Sony, una gira nacional, un segundo disco, otra gira, marcas interesadas… Los padres demandaban un producto de calidad para sus hijos. Nunca había tocado en el Escenario Santander con todo lleno, mil personas, y en el primer concierto de la Billy Boom Band lo conseguimos”, relataba Marcos Cao —el vocalista y compositor de los dos proyectos— en este medio.
La presentación de Maratón en Santander concluyó con los miembros de la banda abrazándose y bailando desenfrenados en el escenario mientras sonaba la canción What you know de Two Door Cinema Club por los altavoces de una sala Sümmum a reventar. Desde entonces no han dejado de recorrer España e incluso dar una gira especial en acústico.
El tiempo les ha colocado en el lugar que no terminaban de alcanzar y eso es gracias a baladas como Me gustas tú e himnos acelerados como Arroyo claro, dos de los temas pertenecientes al álbum que estamos reseñando y que desde el primer momento lograron hacerse un hueco destacado en los directos de La Sonrisa de Julia.
Hay un resumen claro: no van a cambiar el mundo, pero llevan años sin fallar y con cada trabajo han ido un paso más allá.