La formación madrileña Hinds, que actuará el próximo diecisiete de noviembre en el Escenario Santander, ha conquistado al público anglosajón (convirtiéndose en el primer grupo nacional que triunfa en el extranjero antes de hacerlo en España).
Dos chicas jóvenes subidas a un pequeño escenario del Wurlitzer Ballroom en el barrio madrileño de Malasaña consiguiendo los halagos de los asistentes con su actitud. Pop guitarrero a dos voces con coros desaliñados y mucho ruido. Ni siquiera sabían tocar bien las guitarras, daba igual. Y tres años después de su salto a la fama, de girar por todo el mundo y de añadir dos componentes más a la banda no parece que hayan tocado techo.
La formación madrileña Hinds (que actuará el próximo diecisiete de noviembre en el Escenario Santander) ha conquistado al público de medio mundo. La crítica se ha rendido a sus pies. Pueden presumir de haber actuado en las mejores salas y festivales; y de tocar con artistas de culto. Para ilustrar su carrera meteórica: fueron teloneras de los ingleses The Libertines tocando en París ante 6000 personas cuando apenas tenían unos meses de vida y una simple maqueta en internet. ¿Otro de sus logros? Aparecer en uno de los programas estrella de la televisión estadounidense ante millones de espectadores.
En nuestro país es casi imposible en la actualidad que los artistas más importantes vendan más de 20.000 unidades (cantidad necesaria para conseguir un disco de oro). Izal o Robe Iniesta (Extremoduro) han superado esa cifra con sus últimos trabajos, mientras que artistas como Rosario o Chenoa pueden estancarse perfectamente en torno a la mitad (incluso contando el mercado latinoamericano). Hinds son un caso único, ya que a principios de año habían superado las 30.000 copias de su álbum de debut (muchas de ellas fuera de su país). Un disco que en la semana de su lanzamiento vendía 2700 unidades en Reino Unido y 2000 unidades en los Estados Unidos, según datos de su compañía discográfica.
Actitud gamberra y mucho ruido
“Un disco escrito en medio de un huracán de 133 conciertos durante 2015 por estas guerreras del rock”. La mejor presentación posible del álbum de debut de la formación, publicado a principios del año. La expectación entre la prensa nacional e internacional por el lanzamiento del disco era inmensa para tratarse de un primer trabajo. Y no defraudaron. Pop guitarrero en baja fidelidad desde una actitud gamberra con mucho desparpajo y la premisa de divertirse. Cuatro chicas que han disfrutado en decenas de festivales y quieren que la gente siente lo mismo que ellas: ganas de saltar y gritar. No hay más secreto.
Garden es el principio. Dos guitarras que recorren una melodía pop sustentada en dos voces que se intercalan a la perfección. Easy es otro de los grandes momentos del álbum donde las voces dejan paso a una preciosa melodía que transita a lo largo de la canción. Y llegamos a Castigadas en el granero (tema cantado en inglés pese a su título en Castellano). Un clásico instantáneo de la formación.
Chilli Town es amor, metáforas sexuales y drogas sobre con dos voces que gritan sobre una melodía pausada. Una conversación de amigas. Quizá ese sea uno de los secretos de su éxito. Y con Bamboo comenzó el fenómeno. El tema más conocido de la formación y la primera canción que publicaron. Un torbellino de coros desaliñados y mucho ruido que llamó la atención de gran parte de la prensa especializada mundial.
Quedan otros momentos geniales como el estribillo de San Diego. Y en todo momento Hinds mantienen una seña de identidad distintiva. Canciones contagiosas, coreables y perfectas para los festivales de música.
¿Qué más genialidades nos deparará la formación madrileña?
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