El proyecto del músico Martí Perarnau transita entre elementos electrónicos. | El músico actúa este sábado en la sala Niágara de Santander.
“En lugar de una gira de salas a la vieja usanza, vamos a abrir un club itinerante cada noche en una ciudad. Haremos música desde que se abran las puertas, y convertiremos las salas de conciertos en pequeños clubs berlineses oscuros”.
El himno guitarrero Más feliz sin televisión es una de las grandes joyas que nos ha deparado el panorama musical alternativo de la última década en nuestro país. Un tema que se encargaba de abrir el segundo álbum del grupo Mucho, formación que se ha ido transformado hasta acabar siendo el proyecto en solitario del músico Martí Perarnau. Con el paso de los discos incluso ha desaparecido casi cualquier atisbo de encontrar guitarras en las canciones del artista.
Hace escasos meses ya pudimos ver a Perarnau en Santander —como músico de acompañamiento de Zahara—, y ahora vuelve para presentarnos sus propios temas. El músico actuará este sábado en la sala Niágara de Santander, en un concierto que ha definido como un viaje hipnótico, que recibe el nombre de Mucho Noir Club, y contará con iluminación y visuales envolventes.
La fecha del concierto no se conoció hasta hace escasos días. Las diferentes sesiones de la gira se desvelan el lunes de la misma semana en la que se celebra el ‘show’. La idea es interesante, pero las fechas acaban siendo precipitadas. Por ejemplo, este mes ya pasarán por nuestra región otros proyectos nacionales de referencia, como León Benavente —que triunfan en nuestro país con su nuevo trabajo— y Luis Albert Segura, uno de esos artistas que nos encantan.
Las canciones que forman el último trabajo de Mucho funcionan de manera independiente y están cargadas de elementos pop, pero los sintetizadores toman el control, y junto a los diez temas que forman el álbum encontramos una pista adicional: una sesión de DJ y casi cincuenta minutos de duración que combina todas las canciones del disco. Todo el concepto tanto del álbum como de la gira llevaba tiempo en la cabeza de Martí Perarnau y había ido cogiendo forma durante dos años, hasta cristalizar en el recomendable disco ¿Hay alguien en casa? y su llamativa presentación en directo.
Las ventanas se encienden es uno de los mejores temas que nos ha deparado el músico a lo largo de su carrera, un himno de pop calmado con elementos electrónicos y distorsiones vocales. El enemigo ahora vive en todos nosotros también destaca, y nos recuerda a las etapas anteriores del proyecto. Mientras que por su parte, canciones como Putochinomaricón nos adentran en sonidos más experimentales, adaptados por momentos a la pista de baile y llenos de crítica social, con frases como el cambio climático no se ha demostrado, la tierra es plana y eso de la ciencia un engaño y chino, negro, moro, polaco, vienen todos aquí a quitarte el trabajo.
La pista Ahí te quedas, Perarnau resume a la perfección el disco de Mucho: el músico ahora baila en solitario, se resguarda en pequeños antros nocturnos electrónicos y factura letras que critican muchos aspectos de la sociedad. No nos ha regalado una obra de pop al uso, ni un trabajo electrónico influenciado por las últimas tendencias, pero el resultado funciona y supone un interesante paso en su carrera.