La banda vasca WAS pisaba Santander de la mano de San Miguel y la sala BNS y en #somos942 te contamos nuestras impresiones.
¿Qué decir de WAS (anteriormente conocidos como We Are Standard)? La formación getxotarra, que irrumpió hace diez años en el panorama musical nacional demostrando su predilección por llevar el rock a las pistas de baile, no ha dejado de reinventarse, combinando en su recomendable último álbum sonidos electrónicos, pop y el folclore vasco. Y todo acompañado de un espectacular directo que pudimos disfrutar en la sala BNS de Santander. ¿Cuáles son los ingredientes del éxito? Desde el primer momento en el que los componentes intercambiaban sonidos electrónicos con la percusión de una txalaparta (instrumento vasco…) se podían presentir cosas importantes. “Hemos venido a bailar, así que todos más cerca del escenario”.
Doce canciones. No hubo descanso. Un concierto frenético donde la banda realizó un recorrido por las canciones que han marcado su carrera. Pudimos bailar los ritmos infecciosos de The first girl who got a kiss without a please casi al comienzo. Hubo tiempo para rememorar los comienzos de la banda con On the floor, tema perteneciente a su primer álbum, con el que obtuvieron el premio Ojo crítico de Radio Nacional a la mejor banda española del momento. Y volvimos a reafirmarnos cuando dijimos que 07:45 (Bring me back home) es una de las mejores canciones nacionales de esta década. ¿La canción más icónica de la formación? Al menos es el tema más accesible (y pegadizo) de la banda. Cuatro minutos de cuerdas y sintetizadores sustentados en una melodía que emociona.
Los catalanes Sidonie tienen uno de los directos nacionales más divertidos del momento. Su concierto este verano en Santander transcurrió entre momentos espontáneos, paseos entre el público y una sonoridad efectiva. WAS no realizan tantos aspavientos, pero su vocalista es carismático, disfruta sobre el escenario y sabe conquistar a los asistentes.
Cada vez más bandas nacionales con el inglés por bandera hacen las maletas y se lanzan a conquistar el mundo fuera de nuestras fronteras. Es una realidad. Exitosos conciertos en cotos que hace sólo unos años parecían inalcanzables. No hay estilo musical que no pueda trascender; pero sorprende sobre todo si hablamos de la música electrónica. The Last time de WAS (We are standard) ha sonado (y sigue sonando) en las discotecas de medio mundo desde su lanzamiento hace ya once años.
Y todavía quedaban dos canciones. ¿Qué es un irrintzi? Un grito estridente realizado durante generaciones por los pastores vascos en las montañas que en la actualidad es símbolo de alegría. Y el título del tema que mejor define el último álbum de la formación vasca, Gau ama (La madre noche), publicado el año pasado. Una canción que se abre con un irrintzi sobre bases electrónicas para crecer en intensidad durante cuatro minutos de éxtasis.
El final llegaba de la mano de Can I count on you. Una melodía luminosa dentro de una canción sustentada en un estribillo pegadizo que se repite durante minutos. Se hizo corto. Pero quedaba tiempo para que Delorean, otra formación vasca que ha recorrido el mundo con su música, trasladara su electrónica ensoñadora entre los asistentes.